El secretario general de la UOCRA en Río Grande, Julio Ramírez, se refirió a la dramática paralización de la obra pública. El gremialista comenzó diciendo que “como todos sabemos, es terrible. Una desocupación total casi dentro de la isla de los Gremios de la Construcción”.
Detalló que “no tenemos obras públicas, no tenemos obras sociales, en realidad no tenemos casi nada. La gente está muy preocupada, nosotros preocupados porque no tenemos nada. Lo que estamos pasando, nunca se ha visto, pero bueno, vamos a esperar a ver lo que pasa”.
Con la llegada del otoño en muchas construcciones comienzan a disminuir las labores en el exterior de cara a lo que será la veda invernal, por lo tanto, “esto provoca que todo se empeore”. Entre las medidas de acción que buscan llevar adelante para mitigar esta crítica situación se encuentra mantener un encuentro con el Gobernador Gustavo Melella y el Intendente Martin Pérez, “queremos ver de qué manera nos pueden dar una mano para ayudar a los compañeros”.
Al ser consultado si la actual situación de paralización de obras tiene alguna semejanza con la vivido en pandemia, Ramírez manifestó que “esto es peor”, recordó que “también no se trabajaba, teníamos la ayuda del Gobierno, teníamos mucha ayuda también Nación, que nos dio una mano. Ahora está complicado el Gobierno, complicado el Intendente, está todo complicado, así que es peor que la pandemia esto”.
Recalcó que “se paralizó todo tipo de obra, pública y privada. Exactamente, se paralizó la privada, la verdad que no se puede realizar ningún trabajo, como están los precios, la gente no se puede hacer nada. Un metro cúbico de hormigón vale más de 200 mil pesos, es imposible hacer una obra”.
Aseveró que “nosotros tenemos un porcentaje de casi 90% de desocupación. Tenemos algunas empresas que están manteniendo algunos compañeros con obras privadas, digamos, empresas grandes como Dicon, que hoy tiene más de 100 personas. Nos indicaron que de a poquito vamos a ir sacando, porque se está terminando todo esto y vamos a ver hasta dónde podemos llegar”. En esa misma línea dijo que “tendremos unas 300 personas, 400 en toda la isla. Siempre tenemos una desocupación casi de mil compañeros”.
El gremialista además hizo mención a las expectativas que tienen sobre obras grandes, diciendo que “nosotros la única esperanza que nos queda es la del puerto, que decían que ahora en marzo tenía que empezar, pero hasta ahora está todo quieto”.
Para finalizar Ramírez dijo que “si este gobierno sigue estando, no sé en qué vamos a terminar todos en la miseria, porque esto es un desastre. A lo menos que cambie el rumbo de los proyectos que tiene”.