Alejandro Vázquez es un vecino de Río Grande y es padre de tres hijos menores que, según relató en diálogo con NotiSur, atravesaron una preocupante situación con un chofer de remis de la ciudad de Río Grande.
Al respecto, comentó que “el pasado 2 de mayo mis tres hijos menores se iban al colegio y como siempre pidieron un remis para que lo vaya a buscar a la puerta del colegio, quien los levantó y les empezó a consultar qué hacían de la vida, si drogaban, si alguna vez salían a fumar. Les preguntó por la edad y cuando mi hijo de 18 vio la forma de expresarse del chofer, comenzó a grabarlo porque no le gustaba la conversación y el chofer les preguntó si fumaban porro y él les dijo ¿cómo no van a fumar un porrito? Un porro o una pipa que no le hace mal a nadie y tienen que fumar. Tengo los audios grabados. También les preguntó si consumían alcohol y mis hijos dijeron que no a lo que el chofer les cuestionó ¿Tan sano van hacer? Chicos se tienen que divertir.”
El padre advirtió que “me parece que está mal porque mis hijos están bien, y si agarran a un chico que tiene un problema en la casa o en el colegio y lo están inculcando a que se vuelque a las drogas y alcohol. Es una conversación que no puede tener con menores. Con los chicos no se juega con esto.”
“Al remisero no lo conozco y tampoco sé su nombre porque cuando llamé a la remisería, me atendió el coordinador a quien le expliqué la situación y me dijo que no me podía dar el teléfono; me dijo que me acerque a la remisería para arreglar la situación de forma prepotente y cuando me acerco a la remisería, pregunté por el coordinador, me dijo que no iba a llamar a ningún chofer y tampoco me quiso los datos. Me calenté, lo empujé de forma indignada, aparecieron dos remiseros más para frenarme y debo decir que con ellos la mejor situación, tengo la mejor onda y me dijeron que llame al dueño porque un chofer está ensuciando a todo el sector. Cuando se acerca el dueño, llega de peor manera que el coordinador, se bajó prepotente a preguntarme cuál era el problema con lo cual yo le explico la situación y le hago escuchar los audios y el dueño seguía sin entender el problema a pesar de haber escuchado la conversación. Para eso llegó la Policía.”
A raíz de esta situación, el padre de los menores advirtió a toda la comunidad que “esa persona no puede estar en un transporte público porque yo le confío la vida de mis hijos. Pago un remis para que no estén en la calle y me los quieren volcar a las drogas y alcohol. Hice la denuncia en la comisaría y luego fue el encargado de la remisería y no sé en qué quedó. En remis no viajan nunca más”, concluyó.