Solidarios

Internos confeccionan pelucas oncológicas para pacientes en tratamiento

En la Unidad de Detención N°1 de Río Grande se desarrolla una iniciativa que conmueve a toda la comunidad. Internos privados de libertad trabajan en la confección de pelucas oncológicas destinadas a personas que atraviesan tratamientos contra el cáncer. La propuesta, impulsada por el Centro de Estudiantes de la penitenciaría junto a la Fundación “Hilos de Esperanza”, busca transformar el encierro en un espacio de servicio y empatía.

“Nosotros estamos trabajando a partir del Centro de Estudiantes de la penitenciaría con un grupo de internos. El que lidera el grupo es Walter López, y ellos nos están ayudando a armar cortinas de pelo que luego utilizamos en la confección de pelucas para pacientes oncológicos”, explicó Natalia Camaño, voluntaria de la fundación.

La campaña comenzó el año pasado y desde entonces ha sumado voluntades y compromiso. Para Natalia, el valor de este proyecto radica en que “la gente que está privada de libertad puede, de alguna manera, hacer algo para la comunidad. Hoy en día muchas personas se están acercando para solicitar las pelucas, y nosotros como voluntarios somos solamente tres. Se nos hacía muy poco para poder elaborar una peluca, porque para cada una se necesitan aproximadamente 22 cortinas de pelo”.

El trabajo se organiza mediante visitas periódicas a la unidad. “Nos acercamos, les explicamos el proceso para realizar la cortina de pelo, y luego ellos las confeccionan. Nosotros volvemos para ver si necesitan materiales y después nos entregan las cortinas ya armadas”, detalló. El vínculo con la comunidad es clave: gran parte del cabello utilizado proviene de donaciones. “El pelo tiene que tener como mínimo 25 centímetros de largo. No importa si está teñido o si tiene algún tratamiento, cualquier tipo de pelo se puede utilizar”.

El momento más significativo, aseguran, es la entrega. “Realmente ese es el momento más lindo. Las personas que están transitando la enfermedad se sienten en una situación muy compleja, y verlas sonreír al colocarse la peluca y sentirse que son ellas nuevamente, es hermoso”, compartió Natalia, visiblemente emocionada.

La comunidad ha comenzado a responder con generosidad. “Se han comunicado algunas personas para ofrecer su pelo, y también para colaborar con materiales como elástico de bretel de dos centímetros o simplemente brindando su tiempo y ayudándonos en la confección”. Actualmente, la fundación cuenta con siete pelucas listas para ser entregadas. “La idea es ir armando más a medida que la gente done cabello. La persona que recibe la peluca la usa el tiempo que necesite y luego la retorna para que otra persona la pueda utilizar”.

El trabajo es artesanal y personalizado. “La persona nos muestra una foto, en caso de ya no tener cabello, y nosotros tratamos de hacer la peluca lo más parecida posible al color y corte que tenía antes del tratamiento”, agregó.

Quienes deseen colaborar pueden comunicarse al teléfono 2901-603824 o acercarse los lunes de 17:30 a 20:30 a la Casa del Niño. “Cualquier aporte suma. Muchas gracias por contactarnos y brindarnos esta oportunidad de comentar lo que hacemos”, finalizó Natalia, agradecida.

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