Historias de superación

La agroecología: el futuro de Río Grande

Waldemar Antinori hace 40 años llegó a la isla con muchos sueños por delante; se destacó realizando distintos oficios en la ciudad de Río Grande, ya sea en bienestar social, empleado público, transportista y ambientalista fueguino. Este último rubro para él es algo más que un oficio y criado entre la naturaleza él sigue apostando a la ecología. Se considera un productor medio pelo pero que se encuentra lleno de sabiduría ambientalista.

Durante el paseo por la chacra nos cuenta cómo es que producen de una manera agroecológica, utilizando el mismo abono de sus animales para producir alimentos totalmente naturales, libres de químicos.

Hace 10 años, junto a su mujer Mónica - ambos jubilados - decidieron apostar a la vida rural lejos de la locura de la ciudad; empezaron construyendo una vivienda mediana donde ellos pudieran vivir cómodamente y de a poco fueron levantando lo que hoy se conoce como la chacra “Las tres niñas” que cuenta con criadero de gallinas criollas, gallinas ponedoras, gansos y ovinos; también tienen producción agrícola de diferentes vegetales de hojas verdes.

Waldemar nos explica que el cuidado de la chacra es un trabajo de pico y pala muy arduo, en el que se levanta y ya está realizando diferentes tareas para poder mantener en pie la zona. Se puede observar que cada animal tiene diferentes horarios o maneras de alimentación acorde a su tipo de raza.

En varias oportunidades se ofrece a las instituciones educativas ir a conocer para que los niños desde chicos puedan observar dónde crecen los vegetales, o saber cómo y dónde nacen los pollitos y como las gallinas ponen huevos; ellos realizan estas actividades porque les da entusiasmo saber que los pequeños puedan recibir este tipo de sabidurías que van a conservar para siempre.

 

La Asociación Shelk’nam

Waldemar Antinori es el presidente de la Asociación Shelk`nam y nos cuenta que esta nació hace cuatro años a raíz de las necesidades de los vecinos productores agrícolas y ganaderos, que están buscando fomentar la soberanía alimentaria y el ingreso de sus productos al mercado local. Cada uno realiza diferentes tipos de producción ya sea agrícola, ganadera o avícola; en este momento algunos de los asociados están fomentando la producción de hongos comestibles en contra estación, que es algo totalmente innovador en Río Grande.

Él productor nos cuenta además que en la ciudad se puede cultivar casi todo pero para que esto se pueda llevar a cabo se necesita tener un conocimiento agrario previo, al igual que un estudio de las zonas, el viento, y el tipo de estaciones que nos brinda la isla, obviamente que a la vez también se necesitan algunos tipo de herramientas especiales para el tipo de huerta.

Antinori nos dice que Río Grande es muy solidario y de gente muy buena, que al momento de salir a vender, o regalar sus productos la gente siempre se encuentra predispuesta, que nunca le da el brazo a torcer, asi mismo sucede cuando se acerca a pedir una ayuda para la huerta. El destaca mucho el acompañamiento que recibe de la gente que siempre se acerca a los eventos que se realizan como las ferias de productores y nos comenta que muchas veces vienen familias de las ciudades vecinas a comprar sus productos.

 

Los chacareros y sus necesidades

“Como productores necesitamos que nos puedan facilitar capacitaciones o cursos, porque por más que nosotras sepamos cómo preparar una huerta o sobre el cuidado de los animales, necesitamos aprender de temas como la salud pública, o que nos puedan ayudar a mantener el lugar con una limpieza que corresponda” explica Mónica.

Los productores necesitan una identidad como chacareros, necesitan que los escuchen y los ayuden. Tuvieron la suerte de que algunos proyectos se hayan podido llevar adelante como lo es la venta de porcinos al Matadero municipal. La gente puede ir al matadero a comprar cerdos ya faenados con la tranquilidad de que estos fueron alimentados de una manera totalmente sana y se van encontrar libres de enfermedades como la triquinosis. Asi como trabajan con el Municipio les gustaría poder trabajar de esta manera con el Gobierno Provincial y entidades nacionales como lo es Senasa.

Ellos lo único que necesitan en este momento es que les dejen de poner palos en el medio y puedan tener sus títulos de propiedad para poder enfocarse únicamente en sus producciones, ya que sin tierra no hay producción.

 

Pensar en Río Grande a futuro

Mónica nos explica que a través del polo productivo agrario familiar están buscando armar un cinturón verde y una parte sana para la comunidad, donde se realice una producción totalmente agroecológica para la elaboración de comidas sanas y a su vez que tengan sus propios alimentos. Nos comenta que todavía se está luchando para eso, pero que cree que con la ayuda de los medios se puede hacer conocer su situación y la de los demás productores a la sociedad y a las mismas autoridades que muchas veces hacen oídos sordos a sus problemáticas.

Por otra parte, Waldemar nos cuenta que sueña con la realización de un lugar de esparcimiento familiar donde la gente llegue con sus familias y puedan pasar un día al aire libre, donde se pueda debatir entre los grandes y los chicos y se pueda discutir temas que en otros lados no se pueda, o simplemente que sea un espacio donde se puedan alejar un poco de la ciudad ruidosa.

Chacra

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