El Dr. Daniel Duarte, jefe de terapia intensiva, explicó cómo esta iniciativa está marcando una diferencia significativa en el bienestar de quienes atraviesan momentos de salud delicados.
"En la mejora continua de la terapia intensiva, buscamos que, dentro de su estado crítico, los pacientes puedan pasarla lo mejor posible. Esto incluye humanizar los tratamientos con la participación de familiares y, más recientemente, con la inclusión de las mascotas", comentó Duarte.
Esta idea, inspirada por programas exitosos en instituciones como el Hospital Austral, el Hospital Italiano y centros europeos, reconoce el fuerte vínculo emocional entre los pacientes y sus animales. “Hay personas para las cuales su mascota lo es todo. Por ejemplo, adultos mayores que viven solos con un perro, y cuando quedan internados, el animal también sufre al quedarse solo en casa", destacó el médico.
Duarte compartió el caso de una paciente de nueve años con un diagnóstico complejo de cáncer, quien además atravesó una neumonía por COVID que la dejó en asistencia respiratoria mecánica. "Cuando logramos despertarla, vimos que estábamos estancados en el retiro de la asistencia mecánica. Lo primero que pidió fue ver a su perro, un cachorro que le habían regalado sus padres. Hicimos todo el protocolo necesario para que pudiera recibir visitas del animal en terapia intensiva, y lo que observamos fue notable: disminuyó su frecuencia cardíaca, su presión arterial y su frecuencia respiratoria", relató.
Actualmente, las visitas se realizan una vez por semana. Para ello, se exige que las mascotas cuenten con todas sus vacunas al día, además de un riguroso proceso de higiene antes de ingresar. "Aunque todavía es temprano para mostrar resultados concretos, estamos en el camino de evaluar los beneficios que ya han sido evidenciados en otras instituciones", aseguró Duarte.
El médico destacó que este enfoque forma parte de una estrategia integral para humanizar los cuidados intensivos. "La calidad en la asistencia no es solo en términos médicos, sino también emocionales. Este eslabón, que une al paciente con su mascota, es clave para sobrellevar el proceso de recuperación"
, concluyó.