El reciente fallo del Superior Tribunal de Justicia habilitó al Gobierno provincial a avanzar con la reforma de la Constitución fueguina, un proyecto que el Gobernador impulsa desde hace años y que, según remarcó, “no tiene nada que ver con una reelección personal”.
“La reforma es para modernizar la Constitución y eliminar privilegios. Queremos terminar con la reelección indefinida de legisladores, congelar en 15 la cantidad de bancas —para evitar que en la próxima elección sean 19— y eliminar cargos vitalicios. La Constitución actual quedó vieja, no está adaptada a la provincia de hoy”, afirmó.
El mandatario aclaró que el proceso no significará un gasto extra para las arcas públicas, ya que la Convención Constituyente será ad honorem: “Nadie va a cobrar un peso. Los que participen lo harán como servidores públicos. El único costo será el del sistema electoral que utilice la Justicia Electoral”.
Además, destacó que la reforma permitirá generar un ahorro estructural al evitar el incremento de bancas en la Legislatura. “Sería mucho más caro sostener 19 legisladores que llevar adelante esta reforma”, argumentó.
Por último, hizo un llamado a toda la sociedad fueguina: “La Constitución no es propiedad de nadie. Nos tenemos que dar la oportunidad de discutir, entre todos, la provincia que queremos para los próximos 30 años. No podemos seguir con un texto que fue pensado para otra época, tenemos que aggiornarnos a la realidad actual”.
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